lunes, 23 de julio de 2007

NV

“Mientras se desarrolla una fiesta de la alta dinastía, un yate entra, atravesando la pared, rompiéndolo todo, dejando la zorra. Del yate, se asoma un tipo de sombrero de copa, monóculo y puro, saludando a los demás millonarios, sonriendo. Se saca el sombrero de copa y debajo tiene un sombrero de capitán de yate. El capitán grita: “A ver! Veamos mis índices de ganancias!”. Aparecen gráficos de línea, todos con curvas ascendentes. “ Sólo números azules!”, continúa, “amigos… hoy soy más millonario que ayer. Mi yo de ayer envidia al de hoy, y el de hoy envidia al de mañana”.
Qué extraño efecto puede causar esa típica frase de mierda, cuando alguien llega diciendo "todos me odian" y alguien le dice "no hagas caso, es pura envidia". Generalmente esa frase viene de uno de los padres, quien quiere que su hijo(a) sea una persona envidiable: ese padre siempre ha sido un envidioso.
Ahí empieza la paranoia. Envidian tu gran vida? Envidian tus cosas valiosas? Las genialidades que haces? La linda gente que te rodea? El medio rollo!
Lo que realmente pasó es que "es pura envidia" es una frase peligrosamente alentadora para subir la baja autoestima del paranoico. "Todos me odian", Pf! Sí, claro. Apestas, por eso te quieren fuera. Esos hijos de puta creen que son la cagá o algo así. Lo peor es que la demás gente también termina creyéndolo y, finalmente, envidiándolos, estimulando su comportamiento ególatra, creando pequeños monstruos dictadores. La gente es muy funcional cuando se trata de este tipo de estupideces. Y, al final, todos quienes envidian, terminan actuando por avaricia y competencia vacía, arruinándolo todo.
Esas envidiables personas terminan muy solas porque toda la gente que les rodea sólo les sirve de adorno, como las demás cosas que las hacen envidiables. El resto de las personas: envidiosas. Y los que alguna vez se acercaron y se dieron cuenta de su trauma manipulador y se retiran: traidores. Traidores por envidiosos.
Pero, calma. No hay razón para envidiar a esas personas. Toda su supuesta superioridad no es más que una charada. Una coraza para esconder su verdadero orgullo: lograr lo que ellos envidian. Pero, si se llegaran a descascarar sus máscaras, su más patente secreto sería revelado: para ellos, no existen logros propios. Y ahí, el horror. Tendrían que verse al espejo como lo que son: la envidia más corrosiva.

PD: Cuando se evidencia una injusticia, la masa idiota lo confunde con resentimiento. Y al final, la discusión se entrampa en "quién envidia" y "quién gana el premio al más envidiable", en vez de pensar una solución, en razonar lo justo. O sea, si alguien te dice "resentido", lo más seguro es que esa persona es "envidiable/envidiosa", y que el comentario etiquetado de "resentido" apuntó directamente a su aspiración. Qué didáctico!

PD2: Nunca jamás se debe confundir admiración, que es una actitud positiva, con envidia, una hueá mala onda.
Felipe Núñez, disorder.cl




domingo, 15 de julio de 2007

Asno


Era feliz siendo animal, ¿para que querría pensar?