Respira hondo
Y cuando el cemento comenzó a secarse, se dio cuenta que las estatuas merecían mucho mejor sueldo, malditos alcaldes ladrones.
Y cuando el cemento comenzó a secarse, se dio cuenta que las estatuas merecían mucho mejor sueldo, malditos alcaldes ladrones.
Publicado por Jose Alfredo cuando el reloj marcaba las 18:44
Etiquetas: weases demases
1 comentario:
gracias por el posteo.
Tienes buenos escritos :*
Publicar un comentario