sábado, 21 de noviembre de 2009

Cronos miente, pero lo amamos a él

El humo sube, lentamente. Abrazando el aire mientras baila a través de la luz de mi pieza.
El humo sube, el animo baja. Todos los días lo mismo. Y aún así no hago nada. Ni si quiera lo que realmente tengo que hacer.
El humo sube, y yo lo sé. Todos lo saben, incluso tú. Pero aún así no lo haces. Pero aún así no lo hago.
El humo sube, a mi cabeza. La salud baja, igual que el animo. Pero lo necesitas. Cada día más que ayer, y menos que mañana.
El humo sube, traspasa mi techo. La luz natural abre la puerta. Sobrecogedora como un desastre natural. Verdadera como la soledad.
El humo sube, y se escapa. Me abandona. Dejando cicatricez en mi cuerpo.
La luz quema, y agota. Pero es necesaria.
La luz ciega, no ilumina. Preferimos la oscuridad, no mientan. Tememos a la verdad.
Te quiero mucho. Mi amada mentira. Si fueras verdad, jamás te querría.
Dulcinea se escapa, y lo sé. Y me lo recuerda éste humo, que se escapa a su vez.

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